Caminar por la orilla de la playa.
13:07
Antes acostumbraba ir todos los domingos a la playa, era una costumbre familiar, algo que sin importar todo lo conseguíamos, y era nuestro momentos juntos como familia.
Al pasar los años esa tradición iba dejando de serlo, pasaba al olvido, y ya no eran todos los domingos sino algunos domingos.
Después de pasar a algunos domingos en la playa, paso a sólo ir cuando teníamos visita que le gustaba por alguna razón ir a la playa, quizás nunca habían ido y sólo eramos sus guías turísticos.
El tema esta que de ser una tradición familiar, paso a ser cosa de una vez al año, pero aún si sólo fuera una vez al año disfrutábamos cada momento en la playa, acompañada de las olas, la arena, el sol, y sobre todo la persona que iba a relajarse y disfrutar su día en familia.
Recuerdo que cuando era pequeña solía acostarme en la arena y con ayuda de mi mamá, me enterraba bajo la arena, tomaba la foto y salia rápidamente al agua a quitarme la arena.
Recuerdo cuando aprendí a nadar, primero que todo señalar que trague mucha agua aprendiendo, y sobre todo decir que aún no sé nada del todo, así que todavía no me voy a lo profundo, sólo me quedo hasta donde toque la arena con mis pies y el agua no me tape completa.
Nunca puede faltar comer de esos caracoles que suelen vender los señores que caminan día a día por toda la orilla de la playa, para poder lograr mantener a su familia.
Cuando pasaron los años algunas cosas cambiaron, deje de hacer las cosas que hacía de bebé y empecé hacer cosa de ''grande'', tuve la edad suficiente para poder lograr montarme en las lanchitas que ponen para distraer al turista, y llenarse de dinero los dueños.
Aunque nunca estuve de acuerdo con que mi mamá gastará en cosas como esas, me mataba la curiosidad por saber que se siente montarse allí, en cierto modo siempre pude experimentar ese sentimiento.
Lo último es caminar por la orilla de la playa descalza, sintiendo la arena en los pies y ver como el agua se acerca hacía a ti y te toca, es un sentimiento incomparable, la libertad, el poder de sentirnos libres de correr, caminar, acostarte y mirar, simplemente de hacer lo que tu cuerpo desee.
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